ADVIENTO, TIEMPO DE ESPERA
El
tiempo de Adviento inaugura época de ilusiones, cambios, esperanzas, comienza
un tiempo de vigilancia, de espera, de permanecer en medio de las
circunstancias que rodean nuestra existencia, pero con ánimo renovado. Tiempo
nuevo, tiempo de ser vigías, de otear horizontes proféticos, de hacer germinar
esperanza al ser humano que confía, que cree qué algo nuevo, diferente está
cerca de suceder.
Junto
a este comienzo se inicia también un nuevo ciclo litúrgico, el llamado ciclo A.
Con el que nos abrimos a una nueva oportunidad. Se nos entrega unos días cargados
de horas, minutos y segundos de los que somos responsables. Que lo aprovechemos
o lo derrochemos depende solo de nosotros. La vida es un regalo, pero también
es una responsabilidad. Como seguidores de Jesús de Nazaret hemos sido llamados
a vivir los valores del Reino y a anunciarlo con gestos y palabras, haciendo
presente en la vida de la gente su fuerza humanizadora y salvadora.
Estamos
en el tiempo de la espera, un tiempo de auténtica esperanza. La esperanza cristiana
es un don, es gracia que recibimos, y toma forma de semilla de fraternidad y de
solidaridad en cada persona, que la deja brotar en forma de pequeños gestos y
acciones cotidianas que contagian esperanza a los demás.
Nosotros con el espíritu de la esperanza queremos avanzar en este Adviento, atentos y vigilantes a la llegada de ese niño que viene a recordarnos que cada persona es importante, que cada ser humano brilla con luz propia en un mundo que necesita ser iluminado.
8 de diciembre
Solemnidad de la INMACULADA CONCEPCIÓN, Patrona de España
La
Inmaculada Concepción de María es el dogma de fe que declara que por una gracia
especial de Dios, ella fue preservada de todo pecado desde su concepción.
El dogma fue proclamado por el Papa Pío IX el 8
de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus: "...declaramos, proclamamos y definimos que
la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de
toda mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por
singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de
Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por
tanto firme y constantemente creída por todos los fieles..." (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus,
8 de diciembre de 1854)
La
Concepción: Es el momento en el
cual Dios crea el alma y la infunde en la materia orgánica procedente de los
padres. La concepción es el momento en que comienza la vida humana.
-María quedó
preservada de toda carencia de gracia santificante desde que fue concebida en
el vientre de su madre Santa Ana. Es decir María es la "llena de
gracia" desde su concepción. Cuando hablamos de la Inmaculada Concepción
no se trata de la concepción de Jesús quién, claro está, también fue concebido
sin pecado.
25 de diciembre
NAVIDAD
La Navidad es la
celebración, memoria y actualización del acontecimiento salvífico histórico del
nacimiento de Jesucristo, de la manifestación de la salvación de Dios en Jesús
de Nazaret.
El centro de la Navidad lo constituye el
alumbramiento de Jesús, Hijo de Dios e Hijo de María, en Belén de Judá. Es el
insondable misterio de un Dios nacido en la carne. El que ha nacido de la
Virgen es Hijo de Dios e Hijo de hombre. Afirmamos las dos realidades juntas,
sin merma de ninguna de ellas, sin deterioro, sin que deje de ser realmente
Dios y realmente hombre.
Navidad es adentrarse en el misterio de la
encarnación del Hijo de Dios. La fe descubre, sin escándalo, a la Majestad
divina humillada; a la Omnipotencia, débil; a la Eternidad, mortal; al
Impasible, padeciendo; al Bendito, maldecido; al Santo, hecho pecado por
nosotros; al Rico, empobrecido para enriquecernos; al Señor, tomando forma de
siervo para liberarnos de la esclavitud.
La Navidad, con toda su sencillez y ternura, con
su misterio y su gracia, es mucho más que un tiempo ingenuo o explotado por la
sociedad de consumo. Es el tiempo de Dios y el tiempo del hombre. El clima creado
por la liturgia de estos días pretende provocar la fe en la manifestación
divina, la apertura a la gracia, la necesidad del amor y del seguimiento a
Jesucristo.
La liturgia de la Iglesia prolonga el tiempo de
Navidad hasta la Epifanía, que se fija en el sentido y significado de este
acontecimiento. Navidad es la eclosión de la luz y la luz es para alumbrar, para
calentar, para guiar.
La liturgia de Navidad y Epifanía se subdivide, a su vez, en la semana dentro de la Navidad, la semana de la octava y las ferias de los días de Epifanía hasta la celebración de la festividad del Bautismo del Señor.
La liturgia de Navidad y Epifanía, desde el Nacimiento hasta el Bautismo en el Jordán, va desgranando las primeras manifestaciones de la salvación de Dios en Jesús: a los pastores, a los magos, en el templo, a los discípulos en Caná de Galilea.
Desde las celebraciones vespertinas de la Navidad hasta la festividad del Bautismo del Señor discurre el tiempo litúrgico de Navidad y Epifanía. Su color litúrgico es el blanco. La alegría, el gozo y la celebración de la Natividad y de la Manifestación de Jesucristo son sus características principales.
Dentro de la octava de la Navidad hay otras dos grandes fiestas: la Sagrada Familia y Santa María Madre de Dios. El domingo dentro de la octava de la Navidad es la festividad de la Sagrada Familia, que, en la Iglesia Católica en España, coincide con el día de la familia y de la vida. Este año es el día 28 de diciembre. En el día de la octava de la Navidad (1 de enero), toda la Iglesia Católica celebra la solemnidad de la Maternidad divina de la Virgen María. Desde 1968, por disposición del Papa Pablo VI, es también el día de la Jornada Mundial de oración por la paz, que conlleva siempre mensaje papal.
La Epifanía es una fiesta más conceptual. Celebra el mismo misterio de la Navidad, pero va más directamente a su significación salvadora. Palabras claves de este tiempo son: iluminación, manifestación, aparición, desvelamiento. El día 6 de enero la Iglesia celebra la Epifanía del Señor. Este misterio complementa al de Navidad. Este año cae en lunes. En España se une a este día la popularmente llamada festividad de los Reyes Magos. El evangelio de esta solemnidad litúrgica es precisamente la adoración de los magos de oriente. La Iglesia Católica en España, en el contexto de esta solemnidad de marcado carácter misional, celebra el día 6 de enero el día de los catequistas nativos y del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME). El ciclo litúrgico de la Navidad concluye la fiesta del Bautismo del Señor, el comienzo de su vida pública.
Palabra encarnada (Ain Karem)
https://www.youtube.com/watch?v=OUUqYU2mRus
27 de diciembre
Celebración de las Bodas de plata y oro matrimoniales
Los matrimonios interesados contactar con la Delegación Diocesana de Pastoral Familiar en
646 193 310
Desde Vigo habrá transporte en autobús
28 de diciembre
Festividad de la Sagrada Familia
El tiempo de Navidad es el tiempo por excelencia en que las familias se reúnen. Es una ocasión para disfrutar de esos lazos filiales y fraternos y de hacer memoria agradecida del ámbito que ha sido escuela para cada uno de nosotros del aprendizaje de «convertirnos en personas».
Jesús también formó parte de una familia. No hizo alarde de su categoría de Dios y por querer ser uno de los nuestros, actuó como un hombre cualquiera, naciendo en el seno de una familia humana. La Sagrada Familia de Nazaret, por los valores y esas «relaciones de cuidado» que vivió, aún en medio de la incertidumbre y la vulnerabilidad, se ha convertido en un icono de lo que ha de ser cada una de nuestras familias.
Celebremos la familia de
Jesús, María y José, dando gracias a Dios por la nuestra, escuela de vida de la
que tanto hemos aprendido. La familia es el ámbito donde la vida comienza y el
amor nunca termina.




