1 de junio
JUBILEO DE LAS FAMILIAS Y PERSONAS
MAYORES
El
domingo 1 de junio, la ciudad de Tui acoge el Jubileo de
las Familias y Personas Mayores que organiza la delegación diocesana de
Pastoral Familiar. La convocatoria dará comienzo a las 17:00 horas en el
Seminario Menor «San Paio», con una procesión hacia la catedral de
Santa María; durante el recorrido habrá momentos de reflexión y testimonios.
También habrá espacio para recibir el sacramento de la Reconciliación. Una vez
en la catedral, templo jubilar del Jubileo 2025, el obispo de Tui-Vigo, monseñor
Antonio Valín, presidirá la eucaristía.
La
elección de la fecha no ha sido casual, ya que, entre el 30 de mayo y el 1 de
junio, se celebrará el Jubileo de las Familias y Personas Mayores en Roma, que
contará con la presencia del papa León XIV. De esta forma, la Iglesia diocesana
de Tui-Vigo se quiere unir en comunión a toda la Iglesia universal para
interceder por todas las familias, matrimonios y personas mayores del mundo
entero.
El Jubileo ha sido siempre un acontecimiento de gran importancia espiritual, eclesial y social en la vida de la Iglesia. Desde que Bonifacio VIII instituyó el primer Año Santo en 1300 —con cadencia de cien años, que después pasó a ser según el modelo bíblico, de cincuenta años y ulteriormente fijado en veinticinco—, el pueblo fiel de Dios ha vivido esta celebración como un don especial de gracia, caracterizado por el perdón de los pecados y, en particular, por la indulgencia, expresión plena de la misericordia de Dios. Los fieles, generalmente al final de una larga peregrinación, acceden al tesoro espiritual de la Iglesia atravesando la Puerta Santa y venerando las reliquias de los Apóstoles Pedro y Pablo conservadas en las basílicas romanas. Millones y millones de peregrinos han acudido a estos lugares santos a lo largo de los siglos, dando testimonio vivo de su fe perdurable.
8 de junio
Día de la Acción Católica y el Apostolado Seglar
“TESTIGOS
DE ESPERANZA EN EL MUNDO”
La
Iglesia celebra el día
de Pentecostés, este año el domingo 8 de junio, el Día de la Acción Católica y Apostolado
Seglar. «Testigos de esperanza en el mundo» es
el lema que la Comisión
Episcopal para los Laicos, Familia y Vida propone para la Jornada de este año, enmarcada
dentro del Año jubilar 2025.
Para esta Jornada los obispos de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida hacen
público un mensaje en
el que explican que este año se celebra Pentecostés en el contexto del año
jubilar, «en el que escuchamos una fuerte interpelación
a cultivar la virtud teologal de la esperanza, que, como
nos dice san Pablo, encuentra su fundamento en el amor de Dios que se nos ha
dado a través del Espíritu Santo».
Por
ello, recuerdan dos eventos importantes: el Sínodo sobre la Sinodalidad y el Congreso de
Vocaciones, que se celebró el pasado mes de febrero, «como
expresión de la comunión eclesial, son signos de esperanza para nuestra Iglesia que
anhela seguir haciendo camino, subrayando la diversidad de vocaciones para la
misión evangelizadora. La vocación de la Iglesia es la misión, el anuncio
explícito de Jesucristo con palabras y con obras».
También
subrayan que el Sínodo sobre la Sinodalidad ha expresado de «un modo rotundo no
solo que la Iglesia tiene una misión, sino que, en sí misma, es misión». En el
texto añaden que si
el anuncio del Evangelio no es el centro de la vida de la Iglesia, entonces
«corre el peligro de convertirse en una Iglesia autorreferencial, que se mira
solo a ella misma». Por eso, la Iglesia, especialmente en
este año jubilar, «tiene
que perder el miedo a salir a la intemperie y habitar en las periferias
geográficas y existenciales, donde quizás hay vientos y
borrascas pero contamos con el ancla seguro, que es Jesucristo».
XLII SEMANA DE
APOSTOLADO SEGLAR
9 de junio
MARÍA, MADRE DE LA
IGLESIA
Las
raíces teológicas de este título se remontan a la Iglesia primitiva. Los Padres
de la Iglesia, obispos santos y estudiosos de los primeros siglos, hablaban a
menudo de María como la nueva Eva. Así
como la Mujer Eva “fue la madre de todos los vivientes” (Gen. 3:20), la Mujer
María fue la madre de todos los que viven en Cristo. En Apocalipsis 12:17, San
Juan dice que la descendencia de esta Mujer es “los que guardan los
mandamientos de Dios y dan testimonio e Jesús”.
La popularidad de la expresión específica “Madre
de la Iglesia” creció especialmente en los siglos XX y XXI. En 2018, el Papa
Francisco agregó un día festivo con este título para el lunes siguiente a la
solemnidad de Pentecostés, considerado el cumpleaños de la Iglesia.
El
Papa San Juan Pablo II dijo:
El
título “Madre de la Iglesia” … refleja la profunda convicción de los fieles
cristianos, que ven en María no sólo a la madre de la persona de Cristo, sino
también de los fieles. La que es reconocida como madre de la salvación, de la
vida y de la gracia, madre de los salvados madre de los vivos, es justamente
proclamada Madre de la Iglesia.
El memorial de María, Madre de la Iglesia, se
celebra el lunes después de Pentecostés. El domingo de Pentecostés, celebramos
el cumpleaños de la Iglesia, y en el memorial de María, Madre de la Iglesia,
los católicos celebran el hecho de que María, como madre de Nuestro Señor, está
intrínsecamente vinculada a la Iglesia como su madre.
22 de junio
DÍA DE LA CARIDAD
“ALLÍ DONDE NOS NECESITAS ABRIMOS CAMINO A LA ESPERANZA”
ALLI DONDE NOS NECESITAS, es un mensaje directo a las personas vulNerables que tienen que saber dónde encontrarnos.
ABRIMOS CAMINO A LA ESPERANZA, es un mensaje para todas las personas, los participantes, la comunidad cristiana y el resto de la sociedad, para dar testimonio de la acción de Cáritas y de las personas que participamos en ella, para animar la solidaridad y el compromiso con la transformación social.
“El bien, como también el amor, la justicia y la solidaridad, no se alcanzan de una vez para siempre; han de ser conquistados cada día”
La fiesta del Corpus Christi coincidiendo con
el día de la Caridad, nos sitúan en el centro de la espiritualidad cristiana.
Jesús en la cena pascual inaugura la Eucaristía a través de gestos y palabras
que significan la entrega de su cuerpo y de su sangre, es decir, la entrega de
su propia vida por toda la humanidad. No se trata de un ritual vacío, sino que
se convierte en sacramento vivo cada vez que la comunidad cristiana se reúne en
torno a la mesa para celebrar la vida, muerte y resurrección del Maestro.
Como seguidores de Jesús, hoy se nos invita a actualizar este gesto en la vida diaria, haciéndonos caridad, pan que se parte y reparte entre nuestros hermanos y hermanas, especialmente los más pobres y vulnerables.
https://www.youtube.com/watch?v=7VdIOn_5Psk&t=8s
24 de junio
NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA
San
Juan Bautista, también conocido como El Bautista o Juan El
Bautista fue un predicador judío nacido en siglo I d.C.,
considerado por la tradición cristiana como el precursor de Jesús de Nazareth.
De
acuerdo al evangelio de Lucas, Juan El Bautista nació en Judea a finales del
siglo I a.C. Era hijo de Zacarías e Isabel (una prima hermana de la Virgen
María).
Uno
de los hechos impactantes de la vida de San Juan Bautista lo
constituyó su concepción y nacimiento. Según lo relatado en el Evangelio de San
Lucas, la progenitora de Juan Bautista (Isabel) era una mujer anciana y estéril
que deseaba tener descendencia.
Su
gran anhelo de ser madre fue escuchado por el ángel Gabriel. Él anunció a
Zacarías que su esposa Isabel le concedería un hijo, al que le nombrará Juan.
Durante
el gobierno del emperador Tiberio Juan El Bautista comenzó a bautizar en el
desierto así como en varios lugares de Judea, como símbolo de purificación. A
través de la prédica invitaba a las personas a practicar la justicia y cultivar
la virtud.
En
el año 28 Juan el Bautista ya era considerado un profeta, administrando el
bautismo a sus seguidores en las aguas del río Jordán.
Otro
hecho que relata el Nuevo Testamento en las Sagradas Escrituras está
relacionado con el Bautismo de Jesús, realizado por San Juan el
Bautista. Este hecho ocurrió cuando Jesús llegó a la orilla del río Jordán,
procedente de Galilea.
Por
orden expresa del rey Herodes Antipas, San Juan Bautista fue encarcelado y murió
decapitado. Esto obedeció al temor del rey por su gran carisma y persuasión con
el pueblo, así como el tono mesiánico empleado en sus prédicas. Se estima que
su cuerpo fue enterrado por sus discípulos.
27 de junio
SOLEMNIDAD
DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús es el reconocimiento de la persona de Jesús, el Señor, como manifestación del amor de Dios. Pero es también la respuesta de toda la humanidad a ese amor divino. Dios quiso amarnos en la persona de su Hijo con un corazón de hombre y al mismo tiempo recibir por medio de ese Corazón nuestro amor y nuestra reparación
Cristo es el camino que conduce al Padre y sólo por Él tenemos acceso a Dios: “Nadie va al Padre sino por mí” (Jn 14,6). Por eso se nos invita a acercarnos más al Corazón de Jesús, lugar privilegiado para el encuentro con nuestro Padre Dios por medio de su Espíritu Santo.
En la oración al Corazón de Jesús tenemos la oportunidad para confiarle a Él nuestras dificultades, nuestras búsquedas y, en definitiva todo lo que nos pasa; a hacerle presente en lo cotidiano y a insertarnos en el movimiento del amor redentor, dándonos por nuestros hermanos con Cristo y como Cristo.
29 de junio
San
Pedro y San Pablo
El 29 de junio la Iglesia celebra la Solemnidad de San Pedro y San Pablo en honor de los dos grandes apóstoles Pedro y Pablo. San Pedro, uno de los Doce y el primero de los Apóstoles, Roca sobre la cual Cristo edificó su Iglesia, y San Pablo “llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios” (Rom 1,1) y apóstol a los gentiles. Juntos son honrados como fundadores de la Iglesia de Roma. Habiendo sido martirizados por separado allí durante el reinado del emperador Nerón.
“La tradición cristiana siempre ha considerado a San Pedro y San Pablo como inseparables: en efecto, juntos representan todo el Evangelio de Cristo” (Benedicto XVI).
San Agustín de Hipona dijo de los Santos Pedro y Pablo:
“Comparten el mismo día de fiesta, porque estos dos
eran uno; y aunque padecían en días diferentes, eran como uno. Pedro fue
primero y Pablo lo siguió. Y así celebramos este día santificado para nosotros
por la sangre de los apóstoles. Abracemos lo que creyeron, su vida, sus
trabajos, sus sufrimientos, su predicación y su confesión de fe”.
Colecta del Óbolo de San Pedro
El Óbolo de
San Pedro es una
oferta que puede ser de pequeña entidad, pero que posee un gran valor
simbólico: manifiesta el sentido de
pertenencia a la Iglesia y de amor y confianza en el Santo Padre. Es un signo
concreto de comunión con él como sucesor de Pedro, y también de atención a los
más necesitados, a quienes el Papa siempre cuida.
Su Finalidad
es la de sostener la misión del Santo Padre que se extiende
al mundo entero con el anuncio del Evangelio, la promoción del desarrollo
humano integral, la educación, la paz y la fraternidad entre los pueblos,
gracias también a las muchas actividades de servicio realizadas por los
dicasterios, entes y organismos de la Santa Sede que lo asisten cada día; y
sostener las numerosas obras caritativas en favor de las personas, las familias
en dificultad y las poblaciones afectadas por calamidades naturales y guerras,
o que necesitan asistencia o ayuda al desarrollo.
En la “Jornada
del Óbolo de San Pedro” -también llamada “Jornada mundial de la caridad del
Papa”-, que se celebra anualmente el 29 de junio, solemnidad de San Pedro y San
Pablo, o en el domingo más próximo a ella: todos estamos invitados a rezar de
manera especial por el Papa y a ofrecer nuestra contribución en la iglesia en
la que asistimos a la Santa Misa.