Día 16 de Julio
Día de las gentes del mar
“María, guía y esperanza nuestra”
El 16
de julio se celebra el Día de las gentes del mar,
coincidiendo con la fiesta de su patrona, la Virgen del Carmen. “María, guía y esperanza nuestra” es
el lema de este año, enmarcado en el Jubileo 2025 proclamado por el papa
Francisco.
Mensaje del obispo promotor de Apostolado del Mar
Con el lema “María, guía y esperanza nuestra” el
obispo promotor de Apostolado del Mar, Mons. Antonio Valín, obispo
de Tui-Vigo, proclama con especial fuerza en su mensaje para este día que María
es la esperanza para la gente del Mar.
Por ello, en el mensaje subraya que «vosotros, que conocéis de cerca la
incertidumbre de las travesías, la fuerza de las mareas y la fragilidad de la
vida en el mar, sabéis también lo que significa confiar en una presencia que
acompaña, protege y sostiene. María, la Madre del Señor, ha
sido desde siempre faro en la noche, estrella que guía a los navegantes,
consuelo en la soledad y fortaleza en las dificultades, regazo tierno de amparo
y compañía en la distancia».
En este sentido, en el mensaje recuerda al
papa Francisco cuando afirmaba que estamos llamados a «redescubrir la esperanza
en los signos de los tiempos que el Señor nos ofrece» (SNC 7) y a «escrutar a
fondo esos signos e interpretarlos a la luz del Evangelio» (GS 4). También a
ser nosotros «signos tangibles de esperanza».
El obispo promotor constata que hay muchos retos en el
mundo del mar, «que tantos vivís en el día a día, que tantas
familias sufren, y que
como Iglesia queremos vivir y acompañar: el problema de la salud mental de los
trabajadores del mar; la regulación y seguridad de los marineros y pescadores;
la mejora de las embarcaciones; la siniestralidad… Aquí
nos toca levantar la voz, proféticamente, para recuperar a la persona como centro de todo,
buscando su dignidad personal, laboral y familiar, antes que cualquier ganancia
o búsqueda exacerbada de productividad, y salir al encuentro de las gentes del
mar en todas sus vertientes».
Al mismo tiempo, apunta que «es urgente una conversión ecológica
para cuidar la casa común y enfrentarse a los retos que
esta nos pide a toda la sociedad, trabajando juntos para construir el bien
común, y así ser signos tangibles de esperanza».
Finalmente, a quienes trabajan en el mar,
a sus familias, a quienes velan por su seguridad, y a todos cuantos ofrecen
apoyo espiritual, social o humano en los puertos, el obispo promotor les
agradece todo su trabajo. «Sois
signos tangibles de esperanza en medio de nuestra Iglesia y de nuestro mundo»,
afirma.
Día
25 de julio
Santiago
Apóstol
El Apóstol Santiago, patrón
de España y evangelizador del norte de la Península Ibérica
Si vas a
recorrer el Camino de Santiago, tienes sí o sí que conocer la figura
del Apóstol. En la Biblia se alude habitualmente a él bajo el nombre de Jacobo,
término que pasó al latín como Iacobus y derivó en nombres como Iago, Tiago y
Santiago (sanctus Iacobus). Santiago de Zebedeo o Santiago el Mayor fue uno de los primeros
discípulos en derramar su sangre y morir por Jesús. Miembro de una familia de
pescadores, hermano de Juan Evangelista -ambos apodados Boanerges (‘Hijos del
Trueno’), por sus temperamentos impulsivos- y uno de los tres discípulos más
cercanos a Jesucristo, el apóstol Santiago no solo estuvo presente en dos de
los momentos más importantes de la vida del Mesías cristiano -la
transfiguración en el monte Tabor y la oración en el huerto de los Olivos-,
sino que también formó parte del grupo restringido que fue testigo de su último
milagro, su aparición ya resucitado a orillas del lago de Tiberíades.
Tras la muerte de Cristo,
Santiago, apasionado e impetuoso, formó parte del grupo inicial de la Iglesia
primitiva de Jerusalén y, en su labor evangelizadora, se le adjudicó, según las
tradiciones medievales, el territorio peninsular español, concretamente la
región del noroeste, conocida entonces como Gallaecia. Algunas teorías apuntan a que el
actual patrón de
España llegó a las tierras del norte por la deshabitada
costa de Portugal. Otras, sin embargo, dibujan su camino por el valle del Ebro
y la vía romana cantábrica e incluso las hay que aseguran que Santiago llegó a la Península por
la actual Cartagena, desde donde enfiló su viaje hasta la esquina occidental
del mapa.
La llegada de los restos del Apóstol a Compostela
Tras
reclutar a los siete varones apostólicos, que fueron ordenados obispos en Roma
por San Pedro y recibieron la misión de evangelizar en Hispania, el apóstol
Santiago regresó a Jerusalén, según los textos apócrifos, para, junto a los
grandes discípulos de Jesús, acompañar a la Virgen en su lecho de muerte. Allí
fue torturado y
decapitado en el año 42 por orden de Herodes Agripa I, rey
de Judea. Los supuestos testamentos relatan que, antes de morir, María recibió
la visita de Jesús resucitado, a quién le pidió pasar sus últimos días rodeada
de los apóstoles, que se encontraban dispersos por todo el mundo. Su hijo le
permite que sea ella misma, a través de apariciones milagrosas, la que avise a
los discípulos y, de esta forma, la Virgen se hace presente sobre un pilar de
Zaragoza frente al
apóstol Santiago y los siete varones, episodio hoy
venerado en la basílica de Nuestra Señora del Pilar.
Fueron estos siete discípulos, relata la leyenda, los que, tras escaparse aprovechando la oscuridad de la noche, trasladaron el cuerpo del apóstol Santiago en una barca hasta Galicia, adonde arribaron a través del puerto de Iria Flavia (actual Padrón). Los varones depositaron el cuerpo de su maestro en una roca -que fue cediendo y cediendo, hasta convertirse en el Sarcófago Santo- para visitar a la reina Lupa, que entonces dominaba desde su castillo las tierras donde ahora se asienta Compostela, y solicitarle a la poderosa monarca pagana tierras para sepultar a Santiago.
Día 27 de julio
Jornada Mundial de los Abuelos
y de los Mayores:
"Feliz el que no ve desvanecerse su esperanza"
La Iglesia celebra el domingo 27 de julio la V Jornada
Mundial de los Abuelos y de los Mayores con el lema, "Feliz el que no ve desvanecerse su
esperanza" (cf. Si 14,2). .
El papa Francisco
estableció en 2021 la celebración de esta Jornada el cuarto domingo de julio, en torno a la fiesta, el día 26,
de los Santos Joaquín y Ana, abuelos de Jesús. Esta jornada busca resaltar la importancia de los
abuelos y mayores como fuente de esperanza en la familia y la comunidad
eclesial.
Estas palabras, tomadas del libro del
Eclesiástico, expresan la bienaventuranza de los ancianos y señalan la esperanza puesta en el Señor
como camino hacia una vejez cristiana y reconciliada.
Oportunidades
Transitando el Jubileo de la Esperanza, esta Jornada se percibe como
“una oportunidad para reflexionar sobre cómo la presencia
de los abuelos y los ancianos puede convertirse en un signo de esperanza en
cada familia y comunidad eclesial promoviendo la coincidencia en visitas y
oportunidades de encuentro entre generaciones”.
Puntas de un mismo lazo
El
papa Francisco, a lo largo de su pontificado, siempre señaló la soledad a la que están
condenados tantos y tantas abuelas y abuelos de nuestras sociedades. Muestra
que si se unen las dos puntas del mismo lazo de la vida, los jóvenes y los
ancianos, la riqueza espiritual se
multiplica en los intercambios. Él hizo un llamado a
mitigar las ausencias con presencias significativas que renueven la esperanza
también en los adultos mayores de nuestro mundo con gestos de ternura y
amistad.